Homeschooling o aprender desde la casa bajo ataque en la televisión

Tuve la oportunidad de acompañar a mi amiga Jannet Dannon-Madeira, directora de HOME, al programa de televisión en español Arrebatados, transmitido por America TeVe, Canal 41, aquí en Miami. Me hubiese encantado tener la oportunidad de decir todas las maravillas de homeschooling, o la educación desde la casa, pero lastimosamente el formato del programa no está diseñado para un diálogo verdadero. Los anfitriones tenían su agenda que claramente no está a favor de homeschooling, o a favor de conocer más sobre ella, o de realmente escuchar las experiencias de las familias que la estamos practicando. En realidad, existe mucha ignorancia sobre el tema, y muchas preconcepciones equivocadas que prevalecieron a lo largo del programa.

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Sin duda la inquietud principal es la socialización de los niños que no van al colegio. Ésta es una de las más erradas preconcepciones que se tienen sobre homeschooling. Los niños no están aislados encerrados en sus casas, al contrario, los niños participan ampliamente en actividades sociales. Al estar uno al mando completo de su aprendizaje, y al tener la comunidad entera como escuela a disposición, los niños interactúan socialmente constantemente con una gran diversidad de personas. Existen clases o actividades para homeschoolers en los museos de arte, museos de ciencia, museos para niños, en el seaquarium, en Deering Estate, en las cooperativas y grupos de apoyo para homeschoolers, en centros comunitarios, en parques y centros de naturaleza, en la biblioteca, etc. etc. En realidad la cantidad de recursos es enorme y puede incluso resultar abrumadora. El reto es entonces elegir lo que produce más desafio y diversión tratando de mantener un balance en el horario con aquellas materias que sí se estudian en la casa.

Por lo tanto, si un niño participa activamente en la comunidad y de los recursos que se ofrecen, creando su propio horario de aprendizaje, teniendo experiencia directa de cómo funcionan ciertos sectores de su comunidad, ¿cómo entonces los opositores de homeschooling pueden decir que los niños no están participando del mundo real? Me parece a mi que el asistir a la misma escuela día tras día, con los mismos niños día tras día, con la misma maestra día tras día es una manera infinitamente menos amplia de “participar en el mundo real”. La respuesta para mí es tan clara, son los chicos homeschoolers quienes se van preparando en el “mundo real”. Son ellos quienes, desde pequeños, van construyendo su propia educación, eligiendo sus propios intereses, tomando las riendas de su propias carreras y su propia vida.

En conclusión, para mi homeschooling no se trata de aislar a los niños por la violencia, por las drogas, por los bullies, por la diversidad religiosa o de creencias que puedan encontrar en las escuelas, o por combatir el sistema educativo que no sirve. Tengo una larga lista de razones que ire abordando oportunamente, pero esencialmente, lo que habría dicho en este programa de televisión es que para mi homeschooling se trata de cultivar el amor por el aprendizaje, de aprender porque es divertido, porque es interesante, porque es fascinante, pero sobretodo porque es una motivación interna, una motivación personal de aprender algo porque se quiere, no porque se debe o porque se lo pide o demande. Los niños, y los adultos, aprendemos fascinados cuando algo nos gusta, no existen luchas ni batallas por hacer tareas, por leer libros e investigar temas para hacer reportes exigidos o exámenes requeridos. No existe el quedarse atrás de los demás, aprendemos cuando estamos listos sin importar la edad, aprendemos cuando la chispa de interés se enciende y no hay nada que la extinga excepto la satisfacción de profundizar más el tema. Aprendemos porque nos gusta, porque no podemos vivir una vida llena y feliz sin aprender, sin crecer, sin expandirnos, seamos niños o adultos. El aprendizaje es una tarea de por vida, y gracias a homeschooling, podemos disfrutar del aprender porque queremos desde pequeños, o sea, desde siempre pues nacemos con esa gana insaciable de saber y conocer.

 

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